Con esperanzas un día me arriesgué. Sé lo que sentí cuando lo hice, había tristeza y curiosidad esa noche. Al pasar los días supe que hice bien en hablarle y desde ese entonces, conozco algo nuevo todos los días sobre él y sobre el mundo. Él lleva un nombre hermoso y escribe poesía. Es un hermoso bohemio 2.0. Es también, un caballero de una armadura hermosa.
Él me enseña sobre cine y hablamos de literatura. Él merece que yo escriba sobre él y sería al único ser que le mostraría este blog. Pero está lejos, está al norte, en un país que no conozco pero que al que me gustaría visitar. Siempre soñé de chica ir a ese país.
Quizás no se entienda de lo que hablo. Quizás no se entienda que se me paraliza el corazón cuando el noticiero pasa información sobre terremotos o cómo una posible guerra puede perjudicar el lugar en dónde él vive. Es increíble la sonrisa que se me dibuja cuando él me habla y me dice que todo está bien. O cuando lo único que quiero decir es "Sonríe". Me gusta cuando está feliz y me da pena cuando está triste.
Se me hace que seríamos felices y que yo no tendría miedo de todo a lo que temo si estuviera con él. Se me hace que él me entiende y que soy la persona más afortunada del mundo en conocerlo.
Pisaríamos hojas secas, acamparíamos bajo las estrellas, lo llevaría a la felicidad si él quisiera tomar mi mano. Le hablaría de los Sinsajos y también pasaríamos noches tenebrosas viendo películas de terror. Sería valiente con él. Su sola sonrisa me encadenaría para siempre a su persona. Y nada, no quiero nada más que verlo y sentirlo porque hay una canción que quiere nacer por él. Porque hay un corazón que lo extraña y se enfría si no está él.
Dejaría de leer los horóscopos, no me importaría saber sobre mi futuro en el amor porque sé que haríamos el mejor dúo en el mundo. En nuestro poético mundo.
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| Vos me hacés entera :) |
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